Iniciamos el segundo semestre y dentro de poco se llevará a cabo el examen de la Prueba Saber 11 para los graduandos 2012; de ahí, que es importante, propiciar con los estudiantes espacios de reflexión sobre las posibilidades de acceso a la educación superior, sea ésta presencial o virtual, ahora que se cuenta con el servicio de Internet en las sedes que tienen hasta el grado 11.
Presento además un artículo de la revista portafolio tomado el 15 de Julio de 2012.
Llegar a la 'U', un reto que pesa en el bolsillo
No obstante, los resultados se ven, y es el
camino para salir de pobres.
Pagar la matrícula de
educación superior es una tarea que cada seis meses cumplen miles de
estudiantes y padres de familia en Colombia.
Para la gran mayoría, el pago
de una carrera técnica, tecnológica o universitaria representa un peso muy
grande para su bolsillo, al punto de que muchos no tienen opción distinta que
acudir a préstamos o, simplemente, dejar a sus hijos con el simple grado de
bachilleres.
Los padres de Andrés Rincón,
un estudiante de estrato tres de una universidad privada de Bogotá, pagaron en
días pasados 3'600.000 pesos por la matrícula de un semestre en la carrera de
Administración de Empresas. Esta es una tarifa promedio para un programa de
pregrado en una universidad privada en Colombia, aunque hay otros de ocho, 10 o
casi 16 millones de pesos por semestre, dependiendo de la carrera y, por
supuesto, de la institución universitaria.
Cuando de educación superior
se trata, además de la universidad, también se tienen en cuenta los programas
de técnicos profesionales, los tecnológicos y, aún más allá, las
especializaciones, las maestrías y los doctorados.
Para el nivel técnico
profesional, un semestre académico cuesta, en promedio, 1'300.000 pesos. En el
caso de los niveles tecnológicos el promedio de matrícula para un 'primíparo'
es de 1'700.000 pesos, en tanto que para una especialización ronda los cuatro
millones; una maestría, los ocho millones, y un doctorado supera los 10
millones de pesos por semestre, claro, siempre con tarifas promedio. Eso sin
contar con el infaltable curso de inglés que puede superar los cuatro millones
de pesos en un instituto especializado.
A Juliana Gutiérrez, su
presupuesto solo le da para inscribirse en lo que ella misma considera, con
mucho optimismo, una 'universidad poco conocida', o a la que otros llaman, con
más realismo, una institución de 'garaje'. No se sabe cuántas de estas
funcionan en el país pero muchas de ellas solo abren sus puertas por ser un
verdadero negocio para sus dueños.
Bernardo Rivera, director
ejecutivo de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascún), reconoce que
tener acceso a educación de alta calidad en el país es muy costoso para el
promedio de los ingresos de los hogares. Señala que en la estructura de costos
de las universidades, el mayor peso está en el cuerpo de docentes y, de la
calidad de ellos, depende en gran medida el costo de la matrícula.
Dice que, por ejemplo, en una
universidad en la que los docentes solo tienen pregrado, su salario ronda los
dos millones de pesos al mes, pero en universidades de alto perfil con
profesores con doctorado, estos devengan siete millones de pesos o más.
"Esto se traslada directamente a la matrícula", dice Rivera.
Hugo López, gerente del Banco
de la República en Medellín, dice que la importancia de la educación como uno
de los caminos para salir de la pobreza es tanta que el 80 por ciento del
empleo formal generado en los últimos años en el país ha sido para personas con
educación superior.
Además señala que en materia
de retorno de rentabilidad, por cada año estudiado en educación superior, una
persona se gana 18 por ciento más frente a alguien que solo alcanzó su grado de
bachiller.
Hay pocas oportunidades
La odisea de obtener cupo en
la universidad pública
Cifras oficiales dicen que en
Colombia, la cobertura de la educación superior es del 37%, pero algunos
expertos dicen que es solo del 24%. Se estima que hay 1,7 millones de
estudiantes en programas técnicos, tecnológicos o universitarios, pero 3,2
millones están fuera del sistema. Solo el 35% de los bachilleres graduados
llegan a la universidad y, de estos, solo la mitad termina carrera.
Para que un estudiante de
estrato bajo ingrese a la universidad pública es un reto inmenso por la poca
disponibilidad de cupos y la competencia que hay con los alumnos egresados de
colegios privados de alta calidad.
Así, muchos estudiantes de
estratos altos son quienes llegan a las universidades públicas, beneficiándose
de los subsidios del Estado.
Los costos asociados e infaltables
Entrar a la universidad no
solo representa pagar la matrícula; a eso hay que sumarle costos asociados de
varios frentes que deben tenerse presentes.
Carlos Alberto Garzón,
coordinador del Foro Permanente de Educación Superior -organización que agrupa
a instituciones académicas, de investigación y varias asociaciones del sector-
dice que esos costos pueden representar alrededor del 40 por ciento de la
matrícula, en promedio. Todo depende de la carrera elegida, teniendo en cuenta
que, en algunas de ellas como las ingenierías y las de la salud, se requieren
equipos o instrumentos especializados, cuyo costo suele ser elevado, así sean
usados.
"En el colegio se paga,
por lo general en un solo paquete, pensión, transporte y hasta la alimentación.
Además, el estudiante tiene, en promedio, dos uniformes, y el gasto de textos y
útiles escolares -aunque elevado- se hace una sola vez al año. En cambio, en la
universidad, además de la matrícula semestral, hay que pensar en las otras
variables que son recurrentes y hasta imprevistas", señala.
Los otros gastos
Llegar a la educación superior
implica tener en cuenta otros costos como los formularios de inscripción,
derecho al carné, seguro médico, etc.
Con el paso de los semestres
puede haber actividades curriculares que también cuestan.
FERNANDO GONZÁLEZ P.
Subeditor de Economía y
Negocios
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