sábado, 13 de octubre de 2012

PEDAGOGÍA Y VIRTUALIDAD UNA INTEGRACIÓN NECESARIA


La virtualidad es una realidad cada vez más presente en la sociedad del Siglo XXI y por lo tanto presente en los procesos educativos desde el nivel Preescolar hasta el Posgrado; por ello se hace necesaria una reflexión sobre la relación que se da entre pedagogía y virtualidad.

Uno de los objetivos de la labor pedagógica es el aprendizaje, el cual se entiende como adquisición de conocimientos, cambio de actitudes, desarrollo de habilidades o capacidad de solucionar problemas; tema que preocupa de manera práctica a todos los seres humanos y de manera teórica a quienes se ocupan del ámbito educativo.

De manera particular se retoma la importancia que Ausubel da al conocimiento, a la integración de los nuevos contenidos en las estructuras cognoscitivas previas del sujeto y su carácter aplicado, a los distintos tipos de aprendizaje que pueden darse en el aula y finalmente la centralidad del lenguaje como sistema básico de comunicación y transmisión de la información[1], se plantea como hipótesis que son elementos que se pueden mantener en un sistema de educación virtual.

Al hablar de la educación virtual se debe recordar que el conocimiento se da ahora en las llamadas comunidades virtuales, las cuales aparecen “cuando un grupo de personas reales, una comunidad real, sean profesionales, estudiantes o un grupo con aficiones comunes, usa la telemática para mantener y ampliar la comunicación. El hecho de que la interacción entre las personas se pueda realizar entre personas físicamente pero enlazadas mediante redes telemáticas es lo que lleva a hablar de comunidades virtuales. Así pues en una comunidad virtual se reúnen personas para intercomunicar mediante ordenadores y redes, interactuando de una forma continuada y siguiendo unas reglas preestablecidas; el intercambio de información (formal e informal) y el flujo de información dentro de una comunidad virtual constituyen elementos fundamentales y finalmente, la existencia de comunidades virtuales entre profesionales para el intercambio de ideas y experiencias y el desarrollo profesional y personal de sus miembros, tiene su origen en las grandes posibilidades de socialización y de intercambio personal que proporcionan las redes. Constituyen un entorno privilegiado de aprendizaje sobre relaciones profesionales”[2].

Cómo lograr mejores aprendizajes por parte de los estudiantes en la Escuela? Cómo mejorar el rendimiento académico? Cómo elevar el nivel en el desarrollo de las pruebas de Estado? En resumen, cómo lograr que los seres humanos aprendan cada vez más y que ese aprendizaje les sea útil? Comprender, por lo tanto, cómo se dan los procesos, tanto internos como externos, en el aprendizaje, es un camino para lograr repuestas adecuadas a estos interrogantes.

El aprendizaje se puede entender como un “proceso de cambio, que mediante la adquisición de conocimientos permite al individuo, organizar, simbolizar, conceptuar sobre los estímulos que recibe, así como solucionar los problemas que se le presentan. Al lado de este sistema; encontramos el sistema de memoria que almacena las informaciones ya recibidas y que el individuo utiliza en cada nueva situación de Aprendizaje”[3]. Siguiendo esta definición, se puede afirmar que en muchas Instituciones Educativas en Colombia se ha privilegiado el aprendizaje como memorización o almacenamiento de información, dejando de lado la conceptualización y la solución de problemas realidad que se refleja en la dificultad para lograr puntajes altos en las pruebas de Estado; pero además, y esto es lo más grave, se ha dejado de lado la formación humana y afectiva; es decir la formación de niños, niñas y jóvenes con capacidad de convivir socialmente en armonía con otros y otras, aspectos que no se preocupan por medir las denominadas pruebas externas; en este sentido está más cerca la definición del “aprendizaje como un proceso que lleva al individuo al cambio de comportamientos, a través de la adquisición de nuevos conocimientos, habilidades y actitudes”[4].

Frente a los resultados, no de los estudiantes, sino del sistema educativo que la sociedad en su conjunto acepta y promueve, se plantean nuevos paradigmas que se interesan “más en la naturaleza del aprendizaje y muy poco en los métodos de instrucción… se fomenta la autonomía, la flexibilidad, el pensamiento divergente, la franqueza y el desacuerdo…permite el empleo de la imaginación, de los sentimientos, del sueño, de las experiencias interiores como contexto del aprendizaje”[5].

Ahora bien, en los inicios del siglo XXI, la educación hace énfasis en la adquisición de habilidades que se realiza por medio del sistema sensorio - motor y factores motivacionales[6]; enfoque muy orientado desde los sectores productivos de la sociedad en su modelo capitalista, que pide que los estudiantes sean educados como competentes y productivos.

En estos procesos de cambio es importante retomar la idea de la educación como parte el proceso de adaptación que los individuos tienen que conformar para vivir en sociedad. Y esto, tiene que ver con la pregunta por el hombre, que es a la vez una condición para redefinir el porqué de la educación.

La idea de ser humano debe estar a la base del discurso educativo; toda formación debe ser en primer lugar humana, individual y colectivamente. El ser humano es un ser humano en relación, desde el momento de su concepción hasta el momento de su muerte. Luego la educación debe ser cultural, incluir todas las dimensiones del ser humano y finalmente debe ser una educación de contenidos y procesos. Es decir se aprende a ser humano, a convivir y luego viene la información como contenidos, que ya no es tan importante saber de memoria, como saber dónde ubicar la información, cómo comprenderla y cómo aplicarla.

El aprendizaje es permanente “ya que el problema de la comprensión profunda de lo que se aprende, del entendimiento a fondo de lo que se estudia, es muy complejo y difícil. En alguna forma, uno nunca termina de comprender del todo, ni de entender hasta sus últimas consecuencias ninguna disciplina, ninguna teoría, ningún modelo científico[7]”, se aprende toda la vida, en un proceso dinámico en permanente desarrollo, en evolución y se aprende de todo, desde el conocimiento del sentido común, o también, el conocimiento "vulgar", ingenuo, dogmático, no plenamente consciente, no reflexionado, hasta el conocimiento científico, el filosófico o el metafísico[8].

La virtualidad no elimina al ser humano real o no lo hace distinto, solamente media las relaciones por las nuevas tecnologías; los procesos de aprendizaje tienen nuevas herramientas, docentes y estudiantes tienen nuevos retos; pero el proceso de aprendizaje seguirá siendo afectivo, cognitivo y procedimental con el lenguaje como sistema básico de comunicación y transmisión de la información como lo plantea Ausubel.



[1] UDES. Perspectiva Ausubeliana: Una Propuesta para su Aplicación en un Contexto Universitario. Tomado el 3 de noviembre de 2011 de: http://aulavirtual.cvudes.edu.co/publico/lems/L.370.7.PV/Contenidos/Documentos/Segmentados/9.swf
[2] SALINAS, Jesús. Comunidades virtuales y aprendizaje digital. España: Universidad de las Islas Baleares. Tomado el 3 de Noviembre de 2011 de: http://aulavirtual.cvudes.edu.co/aprendiente/planesdeestudio/modulo/aaa.aspx?SubjectId=d28e4ac8-dc3f-47ff-b9cf-b2f891f24b21
[3] GÓMEZ CHACÓN, Gutnar. Cognición y Aprendizaje. SENA. 2003.
[4] GÓMEZ CHACÓN, Gutnar. Cognición y Aprendizaje. SENA. 2003.
[5] Aprender a aprender. SENA. 2003.
[6] GÓMEZ CHACÓN, Gutnar. Cognición y Aprendizaje. SENA. 2003.
[7] La Comprensión. SENA. 2003.
[8] ARANGO ARROYAVE, Blanca Ruby. La comprensión. SENA. 2003.

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